Aledo es tierra de tradiciones y también tierra de músicos y de músicas, que se cuelan por los recovecos del entramado de callejuelas que lo conforma. Todo aquel que conoce Aledo y conoce sus gentes, sabe de primera mano, que la música forma parte del cotidiano devenir de los días, siendo un elemento que mágicamente está presente en cada casa. Estos últimos meses todo está siendo diferente, la pandemia que nos asola, nos está arrebatando muchas cosas de nuestras vidas, sobre todo en lo que a las relaciones sociales se refiere. Si ha sido difícil entender una navidad sin salir por las calles a cantar, a rondar casas de amigos y familiares, más difícil está siendo para los amantes de las cuadrillas, de las parrandas, trovos y aguilandos, este atípico mes de enero. Un enero que como actos singulares, recoge cada fin de semana Encuentros de Cuadrillas a lo largo y ancho de todo el sureste español. Unos encuentros, que aglutinan en muchas ocasiones a miles de personas, que se divierten de la misma manera que lo hacían nuestros antepasados, alrededor de un corro de amigos, de una botella de vino y algunos instrumentos templados.
Reconozco en mi persona, que me falta ese duende que desde diciembre hasta febrero recorre mis entrañas, ese duende que crea coplas de manera continua y trata de sorprender, de divertir a quien las quiera escuchar y también a mí mismo. Estos meses que no hay encuentros de cuadrillas, quizá nos arrebata de cantar a nuestros antepasados, de recordarlos y nombrarlos con una sonrisa en la boca, porque nos dejaron algo muy importante, saber divertirnos rodeados de amigos, como lo hicieron los abuelos de sus abuelos, con aquellas canciones y aquellos bailes. Un tiempo donde niñas y niños sentadas sobre una silla de guita y junto a la lumbre de una cocina, miraban a sus madres en una fría sala de paredes de yeso y colañas de madera, para aprender a bailar, para aprender a tocar y aprender esas canciones que desde siglos atrás supieron conservarse de boca en boca.
Como cada domingo alrededor de San Antón, el 17 de enero debería celebrarse el Encuentro de Cuadrillas de Aledo, para congregar a gente de diferentes puntos de la región al son de nuestra música tradicional. Este año no podremos celebrar esta fiesta que se ha convertido en un referente para los amantes de las tradiciones. Aguardaremos a que todo escampe, esperaremos como nuestros abuelos hacían cuando afuera había temporal y no se podía salir. Esperaremos con una mano apenada por las circunstancias que nos tocan vivir y la otra sin dejar de marcar el ritmo de una malagueña bien "asentá", conscientes de que las letras que hoy son más bien tristes, se tornarán alegres, para cantar alrededor de un corro de amigos con una botella de vino y los instrumentos bien "templaos".
Javier Andreo. Alcalde de Aledo